Este blog quiero dedicarlo a aquellas cosas que voy encontrando y que aportan belleza a quien las mira y las disfruta con todos los sentidos disponibles. Es importante sentir, gozar, gustar y palpar la belleza, ya sea con el corazón, el pensamiento, la vista, los sentimientos y hasta con el sentido del gusto. Por eso también habrá algunas recetas culinarias.
Espero que todas aquellas personas que se dignen a mirarlo, disfruten un poquito con mis pequeñas aportaciones. Gracias.

jueves, 28 de diciembre de 2023

 NAVIDAD 2023

   Una Navidad más está sucediendo, aunque distinta a otras anteriores. En esta,  faltan personas importantes en mi vida que se han ido recientemente. Los que quedamos aquí tenemos la responsabilidad de continuar su legado, de mantener su filosofía de vida, de hacer lo que les hubiera gustado, de tratarnos con el cariño con el que ellos nos trataban. 



jueves, 19 de octubre de 2023

 DEDICADO A PAPÁ

       A los tres meses de marcharse mamá,  se ha ido papá. El día 10 de septiembre de este año 2023, a la 5 y 35 minutos de la madrugada.  Yo estaba presente mientras se fue. Su respiración se iba haciendo cada vez más espaciada desde las 4 y media, hasta que dejó de respirar. Su alma abandonó poco a poco su cuerpo para ir a reunirse con mamá y sus familiares queridos en la Gloria del Señor.

      Este día estuvo muy dormido. Pensábamos que era de los efectos de la medicación. De hecho, otras veces había pasado algo similar. Intentamos que comiera algo, darle paracetamol para bajar las décimas de fiebre, ponerle más seguido el oxígeno.....todo lo que se nos ha ocurrido. Sus 96 años llegaron a su fin en esta tierra.

      Él echaba mucho de menos a mamá, y eso que no le dijimos que ella había fallecido. Pero él lo notaba. La llamaba, preguntaba dónde estaba, quién dormía en esa cama vacía, hacía gestos en el aire con sus manos intentando alcanzar a alguien... Es un misterio, pero yo creo que él la veía.

     Papá siempre ha sido un hombre muy unido a mamá. Todas sus decisiones las tomaron juntos. Él no hacía nada sin consultarle a su Carmen. A veces, demasiado. Un hombre muy trabajador, responsable, cumplidor de todas sus obligaciones, muy ordenado con todos sus papeles, pendiente de todos sus hijos, siempre a través de mamá. Jamás nos ha regañado, aunque lo hemos merecido varias veces. Al contrario, ha respetado siempre nuestras decisiones. De vez en cuando se atrevía a decir: "yo opino que deberías hacer ...." pero sin obligarnos a nada.

     Personalmente, siempre digo que él ha sido mi primer maestro. Él me enseñó a leer y a escribir y plantó en mí el gusto por la lectura, los cómics, la pintura, el dibujo, procuró que recibiera la educación mejor posible en una época en la que no teníamos acceso a un colegio. Entonces vivíamos en estaciones de Renfe en las que no había posibilidad de ir a la escuela, mucho menos para una niña con 6, 7 u 8 años que son los que yo tenía. Incluso consiguió que fuese un maestro a la Estación a darnos clase a los chiquillos que vivíamos allí. Aunque su objetivo principal era yo, por supuesto.

     Siempre me transmitió la seguridad en mí misma, estando seguro de que yo podría conseguir académicamente lo que quisiera. Siempre pensando en que no nos faltaran estudios. Siempre pendiente del BOE para ver lo que se publicaba y nos podría interesar a todos.

     Un hombre muy bueno, muy preocupado por todos sus hijos y su bienestar. Le gustaba contar conmigo y con mi opinión, y también con mi ayuda.  Espero haber respondido siempre a sus expectativas. Espero no haberle defraudado nunca. Incluso ahora, que hay cosas legales que hacer, espero estar a la altura. No puedo olvidar que, al fallecer mamá y ver que sacábamos papeles, me dijo:    "Pili, tú eres la mayor. Dispón lo que haya que hacer. Tus hermanos te van a ayudar"  Me quedé de piedra, porque en esos días su demencia estaba muy avanzada. Pero tuvo la fuerza mental para hablar con total cordura y sentido.

     Le gustaba escucharnos hablar a sus hijos sobre cualquier tema, aunque él no intervenía mucho. Solo de vez en cuando su "yo opino", pero sin discutirnos nada. Nos ha querido muchísimo a todos, aunque quizás todos no lo hemos sabido apreciar lo suficiente.

    En sus últimos momentos tuve la suerte de estar con él. Cogerle de la mano, decirle que estuviera tranquilo, que no tuviera miedo, que todo estaba bien.

    La tarde anterior estuvo toda la tarde agarrado a mi mano y con la otra mano cogiéndome un brazo.

    Gracias papá por tantas cosas, desde darnos la vida hasta procurar que la viviéramos lo mejor posible, de acuerdo a las posibilidades de cada uno. Siempre con la idea de que siguiéramos estudiando y aprendiendo. 

     Sé que el Señor te ha premiado con uno de los mejores sitios en su Gloria, con mamá y con todas las personas de tu familia tan queridas para ti..


miércoles, 19 de julio de 2023

 DEDICADO A MAMÁ

       El día 9 de junio , cerca de la media noche, mamá se fue al Cielo. Ha hecho ya un mes y diez días y me parece algo irreal. Todo sucedió muy deprisa, sin que sus hijos hayamos sido muy conscientes de lo ocurrido. Su salud, a los 92 años  cumplidos el pasado 17 de febrero, era ya tan frágil que se podía quebrar con lo mínimo que le ocurriera. Apenas podía comer nada, nada le sentaba bien, su extrema delgadez hacía que no se pareciera a la guapísima mujer que había sido. A veces creo que ni siquiera papá, en su demencia, la reconocía como su esposa. Una fatal caída de la cama, imprevista y fortuita, precipitó su final. Nadie lo presenció. Le ocurrió estando sola. La persona que estaba presente en su casa para cuidar ese día a papá y mamá, estaba en otra habitación.  Fue un momento, pero ocurrió.

       Su mayor miedo últimamente era caerse. Ya no se sujetaba de pie en el andador. Yo siempre le decía: No te preocupes , mamá, no te puedes caer. Nunca estás sola. Siempre hay alguien contigo. Pues no fue así. Se cayó, se dañó la frente y todo se precipitó. Suponemos que previo a la caída pudo darle algún espasmo o convulsión. Y , a partir de ahí, al hospital, a urgencias, la sedación y su final.

       Siempre fue una mujer alegre, llena de simpatía, intuición, activa, trabajadora, educadora de sus hijos, sensible a todo lo bueno y lo bello. No tuvo la oportunidad de recibir mucha educación pues fue muy pocos años al colegio, sin embargo su inteligencia  y curiosidad la llevaron a saber y aprender muchas cosas. Sabía de todo y podía hablar y dar su opinión sobre cualquier tema.  Desde su matrimonio con papá , el año 1954, le acompañó en todos los destinos a los que les llevó su trabajo como ferroviario. Y algunos no fueron destinos fáciles. Como hija mayor, puedo dar fe de ello. Hemos vivido en estaciones de Renfe y pueblos donde las comodidades no existían:  sin luz eléctrica, sin agua corriente, sin tiendas cercanas, sin facilidades para recibir atención médica...

     Pero su fe cristiana ha sido inquebrantable. A pesar de todas las dificultades y de enfermedades serias que ha atravesado en su vida, nunca perdió la fe. A veces su debilidad le hacía desfallecer, pero enseguida remontaba otra vez. Rezaba siempre al Padre, a Cristo, a la Virgen María. No pasaba día sin el Santísimo Rosario. Y la Misa diaria en la televisión, la Adoración Eucarística y sus bonitas oraciones que copiaba en un cuaderno para recordarlas hasta el último momento. 

     Lo que más me duele es su sufrimiento en estos últimos meses. Sin apenas poder comer nada, pues no le sentaba. Aunque ha estado en su propia casa cuidada por nosotras, sus hijas, y por personas que hemos ido contratando , ella tenía la impresión de volverse invisible. Ya no mandaba como antes, no decidía casi nada, no se sentía la dueña de su casa. Al lado de su sillón atesoraba sus cositas en bolsitas de aseo o cajitas : sus rosarios, sus libritos, sus cuadernos, sus espejitos, colonias, coloretes, pintalabios etc. Todo aquello que quería tener a mano por si lo necesitaba. 

     Ha ido viendo cómo papá se deterioraba y parecía estar peor que ella con una demencia y dependencia mucho mayor que la suya. Llegó a decir que si había que llevarle a una residencia, ella se iría con él para no dejarle sólo. Y el resultado ha sido otro. Ella se ha ido antes. 

     El Señor la ha premiado con la Paz y el Descanso de su Eterna Felicidad. Gracias,  mamá, por tu entrega incondicional. Quizás no supe decirte en vida más veces lo que ahora me sale del corazón: Te quiero con toda mi alma. Sé que estás con el Señor. 

martes, 21 de febrero de 2023

 Y  DANDO  GRACIAS

  Hoy es 21 de febrero de este 2023, que está dando mucho de sí, y necesito escribir los últimos acontecimientos de mi vida para verlos desde fuera y sanar un poco mi mente.

  El viernes 17 de febrero era el cumpleaños de mi madre, 92 años ya. Ella estaba ilusionada, aunque sabe que poca celebración se iba a hacer. La felicitamos todos sus hijos, sus nietos, sus pocas amistades, sus sobrinos...Su marido, nuestro padre, no puede. Su demencia avanzada no le permite acordarse de esas cosas. Es más, el día 16 llegó a su casa de alta del hospital después de pasar allí 20 días por una neumonía bilateral, infecciones etc. a sus 95 años. En diciembre también estuvo ingresado desde el 17 hasta el 5 de enero. Intentamos cuidarle lo mejor posible en su casa aunque sabemos que no va a mejorar ostensiblemente. Procuramos que sufra lo menos posible , le alimentamos, le damos su medicación para que se mantenga estable y le damos cariño. No sabemos hasta cuándo. 

  Y ese viernes 17, a las 10 de la noche, sufrí un atraco. Nunca pensé que me podría pasar a mí, pero pasó. Salía de casa de mis padres, como todas las noches en las que voy para echar una mano en la cena y ayudar a acostarles . En vez de irme directamente a casa, se me ocurrió ir a la Iglesia cercana de Santiago y me quedé observando el edificio del siglo XIII envuelto en la luz anaranjada que describe Pedro Martín Romo en su novela  La noche que nació de la tormenta.  Llevaba yo mi bolso en el brazo izquierdo, con toda mi documentación, dinero mío y de mis padres, todas mis llaves y las de mis padres y esa infinidad de cosas que nos parecen imprescindibles a algunas mujeres como cuadernitos, rosarios, perfumes, bolis, gel limpiamanos, ...en fín, un poco de todo. Estaba parada, de frente a la Iglesia, de espaldas al convento de las monjas Hermanas de la Cruz.  Y apareció alguien, joven, que me agarró del bolso para arrancarlo de mi brazo. No podía creer que me estuviera pasando a mí, Me resistí, supongo que de forma inconsciente, Entonces me caí al suelo. Me golpeé en varios sitios porque todavía me duele la cadera, el coxis, el pecho, la cabeza... El muchacho consiguió su objetivo y salió corriendo. Sólo le vi la espalda cuando corría. Sudadera negra con capucha, mallas de colores, deportivas negras,  muy común .

  Había una chica por allí con un perrito, pero no pudo ayudarme. Sólo cuando me levanté se ofreció a acompañarme a la policía. Decliné su ayuda y me fuí a casa a pedir ayuda a mi marido, mi ángel protector en estos tiempos. Fuimos a la policía municipal, luego a la nacional y luego a casa a desactivar las tarjetas bancarias, La denuncia la pusimos al día siguiente. y ahora toca renovar todo lo que he perdido. 

  Sigo dolorida, un poco asustada y sin entender todo esto. Pero doy gracias de que la agresión no fuera más fuerte y de que lo perdido se pueda renovar. Si me hubiera dado un golpe mayor en la cabeza,  quién sabe lo que hubiera ocurrido. Estoy recién operada de cataratas y en fase de recuperación.

  Gracias, Señor Jesús, por tu protección. Quizás esto es un aviso de que somos vulnerables y de que sólo Tú puedes protegernos. Seguimos en tus manos, Señor.