Hoy es fiesta. Pero fiesta laboral, al parecer. ¿Por qué? Realmente debería celebrarse el Corpus Christi, pero desde hace ya unos años la Iglesia, a instancias de las autoridades civiles, lo pasa al domingo.
Bueno, lo cierto es que esta imagen es la que debería verse por nuestras calles en el día de hoy y será el próximo domingo cuando podamos disfrutar de ella.
Para muchos cristianos es muy importante que el Señor salga por nuestras calles, se mezcle con nosotros, nos renueve las ganas de vivir, nos sonría desde su amable corazón, nos transmita la esperanza de vivir esta vida compartiéndola con todos, nos enseñe lo que de verdad importa para que dejemos de ocuparnos de las cosas que no merecen nuestra atención, aunque son las que más nos distraen.
Actualmente se habla mucho de la crisis, de lo mal que está el país, de los recortes, del paro creciente, de las malas condiciones de trabajo que nos esperan a quienes sí lo tenemos... ¿Quién tiene la solución?
Todo el mundo opina, los periódicos están llenos de artículos y de noticias más o menos ciertas , los correos electrónicos vuelan llevando y trayendo todo tipo de chistes, amenazas, augurios, desastres y demás cosas que a algunos se les ocurren para mandar a otros. ¿Ayuda todo esto a salir de la crisis?
Se me ocurre que quizás la verdadera crisis es de valores, mejor dicho de VALORES, así con mayúsculas. Ya no se hace caso a la responsabilidad, la generosidad, el respeto,el esfuerzo, el amor a los demás, el estar pendiente de lo que necesitan los otros (cercanos o no), la decencia, el hacer lo que se debe sin escurrir el hombro, el perdón a los fallos del que tengo delante , reconocer que cada uno de nosotros también comete errores y , por ello, hemos de ser comprensivos con todos. Y esto ocurre a todos los niveles, desde los dirigentes de los países hasta el más humilde y gris habitante de una ciudad o de una aldea.
Ahora hay más onges que nunca, se crean más fundaciones para ayuda del tercer mundo, se dan premios a infinidad de personas solidarias y, sin embargo, hay más necesidades en el mundo que nunca. Pero necesidades primarias. No hay más que echar un vistazo a los desastres que asoman en las páginas de los periódicos cuando los periodistas más valientes siguen agitando nuestras conciencias con imágenes de personas hambrientas, maltratadas, torturadas, esclavizadas. Parece que nos conmovemos algo más cuando son niños los protagonistas de esas tristes noticias, pero son seres humanos de todas las edades, de todas las razas y de toda condición.
¿Quién tiene la solución? El Señor sale a nuestras calles para decírnoslo. Su mensaje , despues de dos mil años, sigue tan vigente como el primer día. "Amaos los unos a los otros como Yo os he amado". "Nadie tiene mayor Amor que quien da la vida por sus amigos". Si escucháramos este mensaje, si cumpliéramos lo que dice, si abandonáramos nuestro egoísmo y nuestro afán de atesorar bienes materiales , no tendría por qué haber ningun tipo de crisis.
Este humilde artículo sólo quiere recordar estas verdades, para que nuestras conciencias se despierten y seamos conscientes de que nos estamos equivocando mucho en la forma de vivir.
El poder y el dinero mueven este mundo a todos los niveles. ¿Sería posible que nos diéramos cuenta de por ese camino no vamos a ningún lado? ¡Ojalá escuchemos el mensaje del día del Corpus con nuestra mente y nuestro corazón y dejemos que cambie nuestra vida!
Bueno, lo cierto es que esta imagen es la que debería verse por nuestras calles en el día de hoy y será el próximo domingo cuando podamos disfrutar de ella.
Para muchos cristianos es muy importante que el Señor salga por nuestras calles, se mezcle con nosotros, nos renueve las ganas de vivir, nos sonría desde su amable corazón, nos transmita la esperanza de vivir esta vida compartiéndola con todos, nos enseñe lo que de verdad importa para que dejemos de ocuparnos de las cosas que no merecen nuestra atención, aunque son las que más nos distraen.
Actualmente se habla mucho de la crisis, de lo mal que está el país, de los recortes, del paro creciente, de las malas condiciones de trabajo que nos esperan a quienes sí lo tenemos... ¿Quién tiene la solución?
Todo el mundo opina, los periódicos están llenos de artículos y de noticias más o menos ciertas , los correos electrónicos vuelan llevando y trayendo todo tipo de chistes, amenazas, augurios, desastres y demás cosas que a algunos se les ocurren para mandar a otros. ¿Ayuda todo esto a salir de la crisis?
Se me ocurre que quizás la verdadera crisis es de valores, mejor dicho de VALORES, así con mayúsculas. Ya no se hace caso a la responsabilidad, la generosidad, el respeto,el esfuerzo, el amor a los demás, el estar pendiente de lo que necesitan los otros (cercanos o no), la decencia, el hacer lo que se debe sin escurrir el hombro, el perdón a los fallos del que tengo delante , reconocer que cada uno de nosotros también comete errores y , por ello, hemos de ser comprensivos con todos. Y esto ocurre a todos los niveles, desde los dirigentes de los países hasta el más humilde y gris habitante de una ciudad o de una aldea.
Ahora hay más onges que nunca, se crean más fundaciones para ayuda del tercer mundo, se dan premios a infinidad de personas solidarias y, sin embargo, hay más necesidades en el mundo que nunca. Pero necesidades primarias. No hay más que echar un vistazo a los desastres que asoman en las páginas de los periódicos cuando los periodistas más valientes siguen agitando nuestras conciencias con imágenes de personas hambrientas, maltratadas, torturadas, esclavizadas. Parece que nos conmovemos algo más cuando son niños los protagonistas de esas tristes noticias, pero son seres humanos de todas las edades, de todas las razas y de toda condición.
¿Quién tiene la solución? El Señor sale a nuestras calles para decírnoslo. Su mensaje , despues de dos mil años, sigue tan vigente como el primer día. "Amaos los unos a los otros como Yo os he amado". "Nadie tiene mayor Amor que quien da la vida por sus amigos". Si escucháramos este mensaje, si cumpliéramos lo que dice, si abandonáramos nuestro egoísmo y nuestro afán de atesorar bienes materiales , no tendría por qué haber ningun tipo de crisis.
Este humilde artículo sólo quiere recordar estas verdades, para que nuestras conciencias se despierten y seamos conscientes de que nos estamos equivocando mucho en la forma de vivir.
El poder y el dinero mueven este mundo a todos los niveles. ¿Sería posible que nos diéramos cuenta de por ese camino no vamos a ningún lado? ¡Ojalá escuchemos el mensaje del día del Corpus con nuestra mente y nuestro corazón y dejemos que cambie nuestra vida!
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