Reflexiones
Un año más, o menos, según se mire. Es lo que tiene el hecho de cumplir años, sobre todo cuando ya se ha traspasado con creces el supuesto ecuador de la vida.
Es el momento de recapitular, de repasar lo bueno que tenemos, las cosas que nos han pasado, de agradecer por todo aquello que se nos ha dado, a veces sin merecerlo. Y de mirar también lo que no nos gusta, lo que nos desgasta, lo que nos puede, lo que nos hace sentir un poco desgraciados, lo que no podemos cambiar porque está ahí en nuestra vida para bien o para mal.
Creo que , a pesar de todas estas consideraciones, lo mejor es agradecer a Dios todo lo que se tiene, todo lo bueno, y también lo difícil de gestionar, lo que nos incomoda , lo que nos desgasta cuando intentamos buscar una solución. Gracias a todo esto nos sentimos vivos.