Parece mentira, pero todo llega. Hoy he solicitado ya mi jubilación anticipada en la enseñanza. Esta profesión en la que llevo más de 40 años y que ha sido mi dedicación más importante durante toda una vida. Ahora queda esperar a que me contesten. Me gustaría que todo resultara bien, sin traumatismos ni rupturas extrañas, con suavidad y normalidad, con la sensación de que después de las vacaciones de verano todo fluye con ligereza y paz. Espero que mi nueva vida sea eso, actividad normal, dedicada a todas esas cosas que antes no he podido hacer, aunque sea fuera de la enseñanza.
