¡Qué poco queda para Navidad! Todo el mundo lo dice : que sí ya se ha pasado un año, que si el tiempo vuela, que si parece que fue ayer cuando celebramos la Nochebuena del 2012...
Y aquí está otra vez, renovándose, renovándonos, dándonos la oportunidad de hacer lo que el año pasado no pudimos o no quisimos... Recordándonos que la mejor manera de vivirla es compartiendo algo con los demás. Aunque cada año da más pereza que si pensar en la cena, que a quién invito este año, que si tendré que adornar algún rincón, que si preparo la cristalería "buena"...
¿Merece la pena organizar toda la movida navideña?
Pues sí, la merece. Aunque solamente sea por ver la cara de alegría de los niños, la lágrima temblorosa y nostálgica en la mejilla de los abuelos, la mirada soñadora de los jóvenes enamorados, la ilusión del que recibe a otros en su casa, las ganas de agradarnos unos a otros, el amor que ponemos en los preparativos sin apenas ser conscientes de ello.
¡Ojalá que sepamos vivir esta Navidad como si fuera la más especial, con todo su verdadero sentido, con la verdadera alegría del que comparte todo lo que tiene, mucho o poco, desde la mirada ilusionada del amor sin reservas!
Y aquí está otra vez, renovándose, renovándonos, dándonos la oportunidad de hacer lo que el año pasado no pudimos o no quisimos... Recordándonos que la mejor manera de vivirla es compartiendo algo con los demás. Aunque cada año da más pereza que si pensar en la cena, que a quién invito este año, que si tendré que adornar algún rincón, que si preparo la cristalería "buena"...
¿Merece la pena organizar toda la movida navideña?
Pues sí, la merece. Aunque solamente sea por ver la cara de alegría de los niños, la lágrima temblorosa y nostálgica en la mejilla de los abuelos, la mirada soñadora de los jóvenes enamorados, la ilusión del que recibe a otros en su casa, las ganas de agradarnos unos a otros, el amor que ponemos en los preparativos sin apenas ser conscientes de ello.
¡Ojalá que sepamos vivir esta Navidad como si fuera la más especial, con todo su verdadero sentido, con la verdadera alegría del que comparte todo lo que tiene, mucho o poco, desde la mirada ilusionada del amor sin reservas!