El título de mi pensamiento de hoy hace referencia a esa sensación que se tiene cuando los días, semanas , meses , años... se nos van de las manos y de la vida sin darnos cuenta. ¿Somos los seres humanos los que pasamos por la vida o es la vida la que pasa sobre nosotros sin que percibamos la rapidez de su vuelo?
En mi última entrada me encontraba esperando la Navidad, ese tiempo mágico que nos evoca recuerdos maravillosos e ilusionados de la infancia. Y hoy,de pronto , me encuentro en plena Cuaresma esperando el tiempo de celebración de la Muerte y Resurrección de Jesús.
¿Y el tiempo intermedio entre estos dos acontecimientos cristianos?
Hoy me paro a reflexionar y me doy cuenta de que apenas ha sido un suspiro, una gota de agua en el océano del tiempo, un caminar con prisa día tras día, llenando cada momento con ocupaciones de diversa índole donde la importancia de cada una es relativa.
¿Qué es lo que verdaderamente importa en la vida? Es una pregunta que quizás deberíamos hacernos con más frecuencia y tener la sinceridad y honestidad de contestarnos a nosotros mismos con el corazón en la mano. Cada uno puede responderse cosas distintas. Unos dirán que el amor, otros que el bienestar, otros la salud, otros se contentarán con sobrevivir...Pero, ¿qué nos hace sentirnos realmente felices? Dejando claro, por supuesto, que la felicidad no es una línea continua sino que se viven momentos que podemos llamar "felices".
Cada cual debemos encontrar esa causa que nos hace vivir esos instantes de felicidad, dando gracias por haberla encontrado, y seguir adelante con el gran regalo de abrir los ojos cada mañana para estrenar un nuevo día que Dios ha creado para nosotros. Y , aunque el tiempo pase a veces sin que nos enteremos del todo, vamos a pararnos de vez en cuando a paladear esta vida como si fuera el dulce más maravilloso que jamás ha sido creado. Y ese dulce se disfruta más si se comparte .
En mi última entrada me encontraba esperando la Navidad, ese tiempo mágico que nos evoca recuerdos maravillosos e ilusionados de la infancia. Y hoy,de pronto , me encuentro en plena Cuaresma esperando el tiempo de celebración de la Muerte y Resurrección de Jesús.
¿Y el tiempo intermedio entre estos dos acontecimientos cristianos?
Hoy me paro a reflexionar y me doy cuenta de que apenas ha sido un suspiro, una gota de agua en el océano del tiempo, un caminar con prisa día tras día, llenando cada momento con ocupaciones de diversa índole donde la importancia de cada una es relativa.
¿Qué es lo que verdaderamente importa en la vida? Es una pregunta que quizás deberíamos hacernos con más frecuencia y tener la sinceridad y honestidad de contestarnos a nosotros mismos con el corazón en la mano. Cada uno puede responderse cosas distintas. Unos dirán que el amor, otros que el bienestar, otros la salud, otros se contentarán con sobrevivir...Pero, ¿qué nos hace sentirnos realmente felices? Dejando claro, por supuesto, que la felicidad no es una línea continua sino que se viven momentos que podemos llamar "felices".
Cada cual debemos encontrar esa causa que nos hace vivir esos instantes de felicidad, dando gracias por haberla encontrado, y seguir adelante con el gran regalo de abrir los ojos cada mañana para estrenar un nuevo día que Dios ha creado para nosotros. Y , aunque el tiempo pase a veces sin que nos enteremos del todo, vamos a pararnos de vez en cuando a paladear esta vida como si fuera el dulce más maravilloso que jamás ha sido creado. Y ese dulce se disfruta más si se comparte .